El fuerte sismo de 6,1 grados que golpeó Esmeraldas el 25 de abril dejó en ruinas a la Universidad Técnica Luis Vargas Torres, la única pública de la provincia. Más del 70% de sus edificios sufrieron daños graves, según reportes preliminares. Seis bloques de aulas, laboratorios y el famoso Salón Azul quedaron destrozados. El edificio de la carrera de Turismo tendrá que ser demolido por los daños estructurales. Cerca de 9.000 estudiantes vieron suspendidas sus clases de un momento a otro. Las autoridades planean dividir las actividades entre clases virtuales y presenciales en espacios improvisados. Las paredes cuarteadas y el mobiliario hecho trizas muestran el golpe que recibió la universidad. Girard Vernaza, rector de la institución, pidió ayuda urgente al Gobierno Nacional. “No queremos que pase como en 2016, necesitamos apoyo ahora”, dijo. En el campus trabajan más de 500 profesores y 216 empleados, todos ahora sin poder operar. La Secretaría de Gestión de Riesgos confirmó que 37 bienes públicos resultaron afectados, incluyendo el ECU 911 y la Prefectura. La universidad está prácticamente inservible para recibir a los alumnos. Yadira Medina, coordinadora de Gestión Institucional, lamentó que el 75% de las instalaciones estén afectadas. El dolor y la incertidumbre invaden a toda la comunidad universitaria. Mientras tanto, los estudiantes esperan soluciones para continuar sus carreras. La falta de infraestructura adecuada golpea fuerte a una provincia que ya tiene suficientes heridas abiertas. Esmeraldas clama por ayuda y respuestas rápidas.