La vicepresidenta Verónica Abad, cuyo hijo se encuentra en el centro de un polémico caso judicial, busca desesperadamente regresar a Ecuador desde Israel, donde ejerce como embajadora. Sin embargo, su retorno enfrenta obstáculos legales y políticos que podrían complicar su situación aún más.

Abad, en una entrevista reciente, expresó su deseo de volver al país para apoyar a su hijo, Francisco Sebastián Barreiro, quien está siendo investigado por presuntos delitos relacionados con tráfico de influencias. Sin embargo, su regreso no es tan simple como comprar un boleto de avión y tomar un vuelo de regreso.

Según el secretario general de la Vicepresidencia, René Zúñiga, Abad tiene tres opciones jurídicas viables para regresar. La primera opción es regresar por su cuenta, enfrentando posibles consecuencias políticas y legales. La Ley Orgánica de Servicio Exterior y la Ley Orgánica de Servicio Público establecen normativas que podrían afectar su situación si decide este camino.

La segunda opción implica solicitar una licencia al Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, ya que Abad cumple funciones diplomáticas en Israel. Sin embargo, estas licencias tienen limitaciones en cuanto a su duración y motivo, lo que podría no ser suficiente para resolver su situación.

Finalmente, la tercera opción sería solicitar licencias tanto al Ministerio de Relaciones Exteriores como al Ministerio de Trabajo, cubriendo así ambas áreas de responsabilidad laboral de Abad. Esta opción es la más compleja y requiere un proceso delicado de coordinación entre ambas instituciones.

Por el momento, Abad se encuentra evaluando cuál será la mejor opción para su retorno, mientras que también considera solicitar protección al Sistema Interamericano de Derechos Humanos antes de tomar una decisión definitiva.