La vocera presidencial, Carolina Jaramillo Garcés, denunció que recibió amenazas contra su vida y la de su hija. Contó que desconocidos le enviaron una fotografía de su domicilio. Calificó el hecho como un intento de intimidarla y acallarla. “Me amenazan, pero no me van a callar”, expresó en su mensaje. Aseguró que, aunque teme por su seguridad y la de su familia, no guardará silencio. “El temor no me detiene, ustedes son los cobardes”, declaró con tono desafiante. Informó que presentará una denuncia formal ante las autoridades competentes. Dijo que ya coordina medidas de seguridad con la Presidencia de la República y la Policía Nacional.

Según explicó, los mensajes intimidatorios comenzaron luego de sus recientes apariciones públicas. En esas intervenciones abordó temas delicados vinculados a la transparencia gubernamental. La denuncia surgió en medio de una intensa exposición mediática de la vocera. En las últimas semanas fue cuestionada por la suspensión de las ruedas de prensa en Carondelet. Jaramillo insistió que aquello respondía a una estrategia comunicacional. Durante su participación en Café La Posta habló de la investigación al diario Expreso por presunto lavado de activos.

Afirmó que tras esas declaraciones empezaron las amenazas a través de redes sociales. Fuentes del Ejecutivo confirmaron que la Presidencia condena cualquier acto de intimidación. También indicaron su compromiso con la libertad de expresión y la integridad de los funcionarios. La Policía Nacional se encuentra analizando la procedencia de los mensajes y fotografías enviados a la vocera. La finalidad de ese trabajo es identificar a los responsables. Jaramillo subrayó que continuará con su labor pese a los intentos de amedrentamiento.