El escudo protector que cubre el reactor 4 de Chernóbil ya no cumple su función principal tras un ataque con drones, advirtió el OIEA. La agencia de la ONU indica que la estructura perdió funciones clave de seguridad, incluida la capacidad de aislamiento. El impacto ocurrió en febrero y Ucrania responsabiliza a Rusia, acusación que el Kremlin niega. El golpe provocó un incendio en el revestimiento exterior de acero de la cubierta. Los inspectores reportan que las estructuras de soporte permanecen íntegras. También confirman que los sistemas de monitoreo siguen operativos. Parte del techo recibió arreglos iniciales en el sitio. Aun así, el OIEA califica de esenciales las reparaciones para evitar mayor deterioro. El director general Rafael Grossi pide una restauración completa y oportuna. Expertos consultados por la BBC llaman a mantener la calma. El profesor Jim Smith sostiene que el riesgo es bajo en este momento. Explica que el polvo radiactivo permanece dentro de un sarcófago de hormigón grueso. Ese sarcófago fue construido por la URSS después de la explosión de 1986. La catástrofe dejó 54 muertes inmediatas y muchas más con el paso del tiempo. El primer sarcófago tenía una vida útil de 30 años. Para prolongar la contención se instaló una nueva cubierta diseñada para un siglo. La misión del OIEA completó una evaluación de seguridad del lugar la semana pasada. Desde inicios de diciembre el organismo revisa la infraestructura energética de Ucrania. Rusia lanzó ataques aéreos nocturnos contra Kremenchuk durante este periodo. El OIEA también inspecciona subestaciones eléctricas que son clave para la refrigeración de reactores y el suministro a hogares e industrias.