Dritan Gjika, alias 'Tony', fue capturado en Emiratos Árabes este lunes 26 de mayo. Es señalado como el jefe de la mafia albanesa en Ecuador. La operación fue dirigida por Interpol y dejó al capo con un pie en la extradición. Gjika, de 47 años, llegó al país en 2009 con visa de turista y terminó convirtiéndose en uno de los hombres más buscados por la justicia. Tenía dos alertas rojas de Interpol por tráfico de drogas, lavado de dinero y crimen organizado. Su negocio: mandar cocaína a Europa escondida en contenedores de banano. La red que dirigía operaba desde Ecuador y España, y tenía una estructura bien montada: jefes, logística, empresas legales y todo para lavar millones. La Fiscalía lo relaciona con el caso Pampa, donde ya hay 14 sentenciados. En ese caso se destaparon vínculos con exportadoras de banano y hasta apareció en fotos junto a Rubén Cherres, asesinado en 2023. Gjika, junto al argentino Mario Sánchez y el ecuatoriano Carlos García, era uno de los cerebros del narco que se escondía fuera del país. Tras su captura, será puesto en manos de las autoridades para iniciar el proceso de extradición. El Ministerio del Interior confirmó todo en sus redes y celebró el golpe contra el crimen. Este caso muestra cómo los tentáculos del narcotráfico siguen metidos en negocios legales. El capo ahora enfrenta la justicia tras años de huir. En Ecuador ya lo esperan para rendir cuentas por todo lo que hizo bajo las sombras.