El 28 de julio de 2025, la Policía Nacional rescató a dos personas que estaban secuestradas por miembros del grupo delictivo “Los Lobos”. Todo se descubrió cuando una mujer denunció que había recibido una llamada con amenazas: pedían $30.000 a cambio de liberar a su familiar y su acompañante. Los secuestradores advirtieron que, si no recibían el dinero, empezarían a cortarles los dedos a las víctimas. Desde el celular de uno de los secuestrados incluso transfirieron $1.500. Gracias a esta denuncia, la Policía activó el operativo “Libertad 589” en los cantones Colimes y Nobol. Allí detuvieron a Genesis M. y Erick M., presuntos integrantes de “Los Lobos”. Luego supieron que las víctimas habían sido abandonadas en el sector 7 Arcángeles, en La Maná. Los agentes las encontraron y las trasladaron a una casa de salud para su atención médica. En el operativo también incautaron tres teléfonos celulares. Los detenidos fueron entregados a la justicia. Este caso reveló la crueldad con la que actúan algunas bandas en Ecuador. La Policía aseguró que seguirá trabajando contra los secuestros. Las víctimas estaban atemorizadas y en estado delicado. El plan de rescate se activó de inmediato gracias a la denuncia oportuna. Los detenidos estarían ligados a otros delitos similares. El uso de cuentas móviles de las víctimas se volvió una táctica común en estos casos. Las autoridades ahora investigan si hay más personas involucradas. La operación evitó que este secuestro terminara en tragedia. La familia pidió justicia y protección. La Policía insiste en denunciar cualquier llamada sospechosa. El mensaje es claro: los delincuentes no descansan, pero ellos tampoco.