La tensión se apodera de las calles de Quito. Un artefacto sospechoso fue identificado y posteriormente detonado a escasos metros del lugar donde se perpetró el asesinato del candidato presidencial, Fernando Villavicencio, específicamente en las avenidas Gaspar de Villaroel y Amazonas.

El escuadrón antibombas de la Policía Nacional, apoyado por canes especializados, acudió al lugar tras la alerta de un posible explosivo. Con urgencia y precisión, evacuaron a policías, periodistas y ciudadanos presentes en la escena, garantizando su seguridad mientras se preparaban para manejar el paquete sospechoso.

La operación de neutralización se llevó a cabo con meticulosidad. El artefacto, ubicado a unos 20 metros de la puerta central del punto del asesinato, fue cubierto con tres llantas antes de ser detonado de forma controlada. Tras la explosión, agentes especializados hicieron un riguroso barrido para recoger evidencia.

La gran incógnita ahora es si este acto está relacionado con el asesinato de Villavicencio. Las autoridades están trabajando a contrarreloj, recopilando detalles y evidencia que les permita esclarecer la situación y determinar si los perpetradores del asesinato también estuvieron involucrados en este acto de intimidación.