En la Revolución Ciudadana no perdonan lo que consideran una traición. Este 29 de mayo, la bancada correísta decidió expulsar al legislador Sergio Peña por haber votado a favor de una ley urgente impulsada por el presidente Daniel Noboa. Todo se desató en la Comisión de Desarrollo Económico, donde Peña, ignorando la orden interna de abstenerse, votó a favor del informe para primer debate. El escándalo fue inmediato. Luisa González, líder del correísmo, lo cuestionó públicamente y lo acusó de romper el acuerdo del bloque. Peña no se quedó callado. Dijo tener criterio propio y que la oposición debe proponer, no oponerse por capricho. Andrés Arauz también le lanzó críticas y hasta pidió sanción por romper la unidad. Peña le respondió con todo, acusando a ciertos dirigentes de querer manejarlo todo entre pocos. La bancada, que ya había perdido una curul antes de iniciar funciones, ahora queda con 65 miembros. Desde dentro del correísmo, algunos como Patricia Núñez apostaban por el diálogo, pero otros como Jahiren Noriega fueron claros: “Un voto más o menos no suma si no hay principios”. Peña, tras la expulsión, lanzó una frase fuerte en redes: "Las manzanas podridas se oponen a todo". El ambiente sigue tenso y las divisiones en el correísmo ya son públicas.