En una operación que ha marcado un hito en la historia de Ecuador, las Fuerzas Armadas han incautado 21,5 toneladas de cocaína en una hacienda aparentemente dedicada a la porcicultura en Vinces, provincia de Los Ríos. Esta incautación, la más grande jamás realizada en el país, es el resultado de seis meses de trabajo de inteligencia militar.

El 21 de enero de 2024, cerca de 200 militares asaltaron la hacienda ubicada en el recinto Estero Lagarto. Allí, oculta bajo una chanchera a través de una especie de alcantarilla, se encontró una bodega repleta de droga, distribuida en 733 bultos dentro de sacos de yute y fundas plásticas negras. Esta mercancía, valorada en cerca de mil millones de dólares, llevaba marcas asociadas a los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, indicando posibles vínculos con organizaciones criminales locales como los Choneros y los Lobos.

Sin embargo, el decomiso solo ha resultado en un detenido: Washington V., el cuidador de la propiedad, quien ahora enfrenta cargos por tráfico ilícito de sustancias y tráfico de armas. La Fiscalía ha ordenado su prisión preventiva, y actualmente está bajo custodia en la Unidad de Vigilancia Comunitaria de Quevedo.

Entre las evidencias halladas, se incluyen 17 armas, más de 5.000 municiones de diferentes calibres, alimentadoras para fusiles y pistolas, miras ópticas, adaptadores y equipos de comunicación. Estos hallazgos sugieren una operación de narcotráfico altamente sofisticada y bien equipada.

A pesar de este importante decomiso, las autoridades aún no han proporcionado detalles sobre los propietarios de la hacienda ni sobre la banda a la que pertenecía la droga incautada. Según las Fuerzas Armadas, la cocaína estaba destinada a los mercados de Asia, Europa, Norteamérica y Centroamérica, y se planeaba su transporte mediante avionetas de bajo rendimiento.