España y Portugal vivieron un apagón masivo este lunes que dejó a millones sin electricidad durante horas. Las autoridades de ambos países ya investigan el misterioso colapso, que ocurrió en apenas cinco segundos. El presidente Pedro Sánchez confirmó que no se descarta un sabotaje informático. Sin embargo, la Red Eléctrica Española asegura que no hay señales de un ciberataque. El primer ministro portugués también dijo que no hay indicios de una manipulación digital. Las causas siguen sin esclarecerse y ya se formó una comisión especial para llegar al fondo del asunto. La Justicia española investiga incluso si el corte fue un acto de terrorismo. Lo que sí se sabe, es que hubo una “fuerte oscilación” en la red y se perdió un 60% de la energía en tiempo récord. Este colapso desconectó la península del resto de Europa. La caída paralizó trenes como los de Madrid-Barcelona y dejó sin internet a varias ciudades. También se difundieron rumores sobre un fenómeno climático extraño, pero fueron desmentidos. La Comisión Europea pidió investigar a fondo el incidente. Sánchez criticó duramente a quienes culpan al cierre de plantas nucleares. En total, la energía nuclear representa un 20% en España, mientras que el 40% viene de fuentes renovables. La mañana del martes 29 de abril, se restableció por completo el servicio. En estaciones como Atocha, la gente aplaudía cuando los trenes volvían a salir. Comercios y colegios reanudaron actividades. Muchos ciudadanos se vieron forzados a improvisar con radios, velas y bombonas de gas. La lección fue clara: la tecnología lo controla todo. Las autoridades siguen analizando celulares, redes y datos del sistema. Mientras tanto, el apagón más grande de los últimos años ya está en los libros... y bajo la lupa.