En un acto de provocación, Corea del Norte lanzó más de 260 globos llenos de basura hacia Corea del Sur, generando una rápida respuesta de las autoridades surcoreanas que instaron a la población a permanecer en sus hogares. Este incidente ocurre pocos días después de que Kim Jong Un amenazara con "acciones duras" debido a la dispersión de folletos y basura en las zonas fronterizas, así como a los ejercicios militares cercanos a la frontera.

"Montones de papel usado y basura pronto se esparcirán por las zonas fronterizas y el interior de la República de Corea y experimentará directamente cuánto esfuerzo se requiere para eliminarlos", declaró el viceministro de Defensa de Corea del Norte. Este acto de hostilidad ha llevado a una situación tensa en la península coreana.

La noche del martes, los habitantes de Seúl y las regiones cercanas a la frontera recibieron mensajes de texto de las autoridades, pidiéndoles que eviten actividades al aire libre y que informen inmediatamente a la base militar o a la comisaría más cercana si encuentran "objetos no identificados". Hasta ahora, los globos se han encontrado en ocho de las nueve provincias surcoreanas y están siendo analizados. Aunque no se han reportado daños graves, incidentes similares en 2016 resultaron en daños a automóviles y propiedades.

Imágenes compartidas en internet muestran las bolsas atadas con cuerdas y los globos blancos traslúcidos cargados con papel higiénico, tierra oscura y plásticos. La agencia de noticias surcoreana Yonhap incluso informó que "algunos de los globos caídos llevaban lo que parecen ser heces por su color oscuro y su olor". Este acto ha aumentado las tensiones entre las dos Coreas, que han usado globos para propaganda durante décadas.

Las medidas de precaución siguen vigentes mientras se investiga el contenido de los globos y se toman acciones para evitar futuros incidentes. Las autoridades instan a la población a mantener la calma y a seguir las indicaciones oficiales para garantizar su seguridad.