Del 12 al 18 de mayo, la Policía Nacional desplegó un operativo masivo llamado “Tsunami 6.0” en todo el país. En solo seis días, realizaron 962 intervenciones en ciudades como Quito, Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas. Las cifras impactan: 170 detenidos en flagrancia, 135 arrestados con orden judicial, cinco bandas desarticuladas, 166 armas de fuego, 665 cartuchos, 585 kilos de droga y hasta 462 tacos de dinamita incautados. También recuperaron 112 vehículos y 176 motos robadas. Se atacaron delitos de todo tipo: robos, tráfico de drogas, contrabando, estafas, minería ilegal, y hasta comercio ilegal de combustibles. Solo en Manabí se hicieron 71 operativos; en Quito, 70; y en Santo Domingo, 58. La Policía incluso actuó contra delitos ambientales. Todo esto fue liderado por la Dirección Nacional de Investigación de Policía Judicial, que usó tecnología e inteligencia para llegar a los responsables. También se retuvieron más de 200 vehículos y motos, y se incautaron 20 kilos de material aurífero. Con estos resultados, las autoridades aseguran que están cerrando el cerco al crimen organizado. Las calles se sienten más seguras, aunque el trabajo no para. Esta ofensiva es parte de una estrategia que seguirá desplegándose a lo largo del país. La meta es clara: golpear fuerte a las estructuras delictivas y devolver la tranquilidad a los ciudadanos. La gente exige seguridad y la Policía promete no bajar la guardia. Ecuador está en alerta, pero también más protegido