La Estación Espacial Internacional (EEI) ha sido testigo de un fenómeno sin precedentes: un destello rojo en la atmósfera terrestre. Andreas Mogensen, astronauta de la EEI, capturó este evento único, generando gran interés en la comunidad científica y espacial. Este fenómeno, catalogado dentro de los Eventos Luminosos Transitorios (ELT), ocurre a unos 100 kilómetros de la superficie de la Tierra y ha abierto un nuevo capítulo en la comprensión de nuestra atmósfera.

Estos ELT, caracterizados por su naturaleza enigmática, han recibido nombres inspirados en seres mitológicos, como duendes, elfos, chorros azules, entre otros. El avistamiento de Mogensen, específicamente clasificado como "duende rojo", es uno de los tipos más comunes de estos fenómenos. El experimento Thor-Davis, llevado a cabo dentro de la EEI, utiliza una cámara altamente sensible para capturar estas impresionantes imágenes.

El "duende rojo" observado mostró una longitud impresionante de 26 kilómetros, con un núcleo y múltiples tentáculos que se extendieron a lo largo de la mesósfera.

El impacto de estos fenómenos en la atmósfera superior y su interacción con los gases de efecto invernadero sigue siendo un área de estudio intensivo. Olivier Chanrion, del proyecto Thor-Davis, destacó la importancia de comprender cómo estos rayos interactúan con la atmósfera y su posible relación con el inyectado de gases de efecto invernadero en la estratosfera.