Policía alertada sobre el tirador de Maine antes del ataque masivo.


A pesar de las advertencias de la Guardia Nacional y las preocupaciones sobre un posible "tiroteo masivo".
Antes del devastador tiroteo en Maine que cobró la vida de 18 personas, se había sonado la alarma. La Guardia Nacional de Maine había compartido preocupaciones sobre Robert Card, el reservista de 40 años responsable del ataque, temiendo que "va a estallar y cometer un tiroteo masivo". Sin embargo, estas advertencias no fueron suficientes para evitar el derramamiento de sangre.
El 16 de septiembre, semanas antes de la masacre, la policía intentó contactar a Card debido a estas preocupaciones. A pesar de las inquietantes revelaciones sobre su comportamiento, incluyendo abrir la puerta con una pistola oculta, no se tomaron medidas claras para evaluar su acceso a las armas. Maine tiene leyes específicas diseñadas para tratar situaciones como esta, donde las autoridades pueden intervenir y evaluar la amenaza potencial. Sin embargo, parece que estas no se aplicaron en este caso.
El ataque tuvo lugar en Just-in-Time Recreation y en Schemengees Bar & Grille, en Lewiston. Después de dos días de caos y miedo, Card fue encontrado muerto, aparentemente de una herida autoinfligida.
La tragedia ha dejado una serie de preguntas sin respuesta, particularmente sobre las medidas que se deberían haber tomado para prevenir el ataque. Las autoridades, incluido el comisionado de Seguridad Pública del estado, han sido reacias a comentar sobre la situación, dejando a la comunidad y a la nación en shock y buscando respuestas.
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