En una jugada maestra para combinar salud, cultura y comunidad, el Municipio de Riobamba ha lanzado un proyecto de cocinas comunitarias que promete cambiar la vida de 60 adultos mayores en las parroquias Flores, San Juan y Calpi. Este esfuerzo, parte del Proyecto Salud Alimentaria y Nutricional de la Dirección de Desarrollo Social y Humano, busca no solo atender las necesidades nutricionales, sino también rescatar y preservar las ricas tradiciones gastronómicas de las zonas rurales.

Estefanía Camelos, la visionaria directora de Desarrollo Social, subraya la importancia de este proyecto, que se extenderá durante todo el 2024, para atender a la población vulnerable y mantener vivas las riquezas culturales de cada sector. Las cocinas comunitarias, además de proveer alimentos autóctonos, buscan ser un espacio de encuentro y aprendizaje, donde los mayores puedan compartir sus conocimientos y recetas, fortaleciendo así los lazos comunitarios.

El impacto de este proyecto va más allá de la alimentación. Se trata de una iniciativa holística que abraza la identidad cultural y promueve un estilo de vida saludable. Las cocinas funcionarán como centros de revitalización de prácticas alimentarias tradicionales, ofreciendo un espacio para el intercambio generacional y la inclusión social.

Con este proyecto, Riobamba se posiciona como un modelo a seguir en la integración de programas de desarrollo social con enfoques culturales y nutricionales. Los ojos de Ecuador y del mundo están puestos en este innovador programa, que promete ser un faro de esperanza y un ejemplo de cómo la alimentación puede ser un motor para el bienestar general de la comunidad.