En un evento sorprendente a principios de marzo, una pareja canadiense vivió una experiencia única al rescatar lo que pensaban era un gato sin pelo. El animal, encontrado en su propiedad, resultó ser un mapache del norte completamente calvo, un descubrimiento que les llevó directamente al veterinario por temor a una enfermedad.

Los propietarios, confundidos por la ausencia de pelo, decidieron llevar al animal a un centro veterinario para investigar más sobre su condición. Fue durante esta visita que los especialistas identificaron correctamente al visitante: no era un felino, sino un mapache afectado por una condición conocida como alopecia, que le había dejado sin ningún pelaje visible.

El centro de rehabilitación donde fue tratado el mapache, ahora cariñosamente llamado Rufus, explicó que la alopecia podría ser causada por parásitos, sarna o infecciones fúngicas. Afortunadamente, la piel de Rufus estaba en buenas condiciones a pesar de su apariencia inusual. En el centro, Rufus pudo socializar con otros mapaches, adaptándose bien y buscando el calor corporal de sus nuevos amigos.

Actualmente, los cuidadores continúan estudiando la causa exacta de la alopecia de Rufus, esperando determinar cuándo podría ser seguro reintroducirlo en su hábitat natural. Según Hope Swinimer, fundadora de Hope For Wildlife, "una buena supervisión y una dieta adecuada podrían ayudar a Rufus a recuperar parte de su pelaje y eventualmente ser liberado."