Sandra Hemme, una mujer estadounidense, ha sido liberada tras pasar 43 años en prisión por un crimen que no cometió. Hemme, de 64 años, fue condenada en 1980 a cadena perpetua por el asesinato de Patricia Jeschke, una empleada de biblioteca en Misuri. La condena se basó en una confesión obtenida bajo sedación en un hospital psiquiátrico, una práctica cuestionada que llevó a una revisión exhaustiva de su caso.

El caso de Hemme fue revisado por la organización Innocence Project, especializada en exonerar a personas condenadas injustamente. Tras años de lucha legal, el pasado 14 de junio, el juez Ryan Horsman del Tribunal de Circuito anuló la condena. El fallo de 118 páginas señaló que había pruebas claras de la inocencia de Hemme que no fueron presentadas a su defensa en el juicio original.

La revisión del caso de Hemme reveló que no existían pruebas físicas que la vincularan con el crimen. Su confesión, hecha mientras estaba bajo sedación intensa, fue la única base para la condena. Este nuevo fallo permitió que Hemme se reuniera finalmente con su familia después de décadas de sufrimiento y aislamiento injusto.

Los representantes de Hemme y el equipo legal de Innocence Project expresaron su agradecimiento por la decisión del juez Horsman. Subrayaron la importancia de revisar condenas pasadas y garantizar que las injusticias no queden impunes. El caso de Hemme es un recordatorio poderoso de las fallas del sistema judicial y la necesidad de reformas profundas para evitar futuros errores.