La madrugada del jueves 13 de marzo, el terror se apoderó de los exteriores de la Penitenciaría del Litoral en Guayaquil. Dos explosiones sacudieron la zona, dejando un guía penitenciario muerto, dos personas heridas y cinco vehículos destruidos. Cámaras de seguridad captaron a un hombre colocando un artefacto explosivo bajo un carro antes del estallido.

El sospechoso llegó en una camioneta blanca, dejó el explosivo y luego escapó en una camioneta negra. La onda expansiva afectó viviendas, negocios y postes de luz, provocando un apagón en varios sectores.

Las detonaciones ocurrieron cerca de la 01:30. En ese momento, ciudadanos aterrados salieron de sus casas para ver el desastre. Los vehículos incendiados afuera de la cárcel, presuntamente pertenecientes a personal penitenciario y policial, ardían en llamas.

Jorge Adrián Carranza Morales, de 29 años, fue la víctima mortal. Un policía y un civil resultaron heridos y fueron trasladados a un hospital.

Según la Policía, este ataque sería una represalia de grupos delictivos tras el anuncio de Daniel Noboa sobre la alianza con Black Water. Además, descartaron que se tratara de un coche bomba, ya que el explosivo no estaba conectado a la batería del vehículo.

La Penitenciaría del Litoral es una de las cárceles más peligrosas del país, con más de 500 reos asesinados en masacres entre bandas desde 2021. Este centro alberga a unos 6.000 presos y ha sido militarizado en varias ocasiones por el Gobierno para intentar retomar el control.

La Fiscalía abrió una investigación por terrorismo, mientras que la Policía activó sus unidades especializadas para dar con los responsables de este atentado.