Un nuevo hecho violento sacudió al transporte interprovincial en Ecuador. La mañana del viernes 29 de agosto de 2025, un bus de la cooperativa Espejo que cubría la ruta San Carlos – Quevedo fue escenario de un asalto a mano armada. El delincuente abordó la unidad como si fuera un pasajero más, pero minutos después desenfundó un arma y empezó a amedrentar a los viajeros. Bajo amenazas, obligó a entregar celulares, dinero, joyas y todo lo de valor que encontrara. Los pasajeros vivieron escenas de terror mientras el sujeto recorría la unidad apuntando con el arma. Una testigo relató que viajaba con su hijo menor y que temió por su vida. Los gritos y el miedo se apoderaron del bus, pero afortunadamente no se registraron heridos. Tras cometer el asalto, el hombre descendió del vehículo y escapó hacia una zona de matorrales. El conductor notificó al ECU 911 y la Policía desplegó un operativo de búsqueda. Hasta el cierre del reporte no había detenidos. Autoridades reconocieron que este tipo de delitos se han multiplicado en carreteras del país. Los usuarios del transporte interprovincial dicen viajar con miedo, pues aseguran que los controles policiales no son suficientes. Transportistas exigen mayor seguridad y patrullajes permanentes en las vías. También reclaman que se refuercen los controles en terminales terrestres. En las últimas semanas se han reportado casos similares en otras rutas de la Costa y la Sierra. Expertos en seguridad plantean instalar cámaras en los buses e incrementar la coordinación con las cooperativas. El temor de los pasajeros es evidente: muchos sienten que subirse a un bus es jugar con la suerte. Una pasajera lo resumió en una frase estremecedora: “Pensamos que iba a disparar en cualquier momento”.