Wilman Terán, presidente del Consejo de la Judicatura, se encuentra en medio de una tormenta política tras su decisión de seguir adelante con el concurso para seleccionar a siete jueces de la Corte Nacional. Terán, quien ha liderado la institución durante menos de diez meses, ha enfrentado múltiples cuestionamientos relacionados con la transparencia y la integridad del proceso.

La situación se ha intensificado con la demanda de juicio político en su contra, iniciada por el asambleísta Jorge Peñafiel del movimiento Construye. La acusación se centra en supuestas irregularidades en el concurso de jueces y en la presunta promoción de una "agenda de impunidad" dentro del sistema judicial ecuatoriano.

En respuesta a las críticas, Terán ha defendido el proceso del concurso, asegurando que cualquier retroceso sería inconstitucional y que sigue estrictamente la normativa vigente. Sin embargo, la oposición política y ciertos sectores de la sociedad civil continúan cuestionando la legitimidad del proceso y la influencia de intereses políticos en la selección de jueces.

La Corte Nacional de Justicia se reunirá en sesión extraordinaria para adoptar una resolución sobre el concurso, un movimiento que podría definir el futuro de la justicia en Ecuador. Mientras tanto, la ciudadanía espera con ansiedad una resolución que pueda restaurar la confianza en el sistema judicial del país.