Las autoridades argentinas han abierto una causa penal contra el expresidente de Bolivia, Evo Morales, por presuntos delitos de trata de personas y abuso sexual. Esta denuncia se basa en acusaciones de que Morales habría cometido estos actos durante su asilo en Argentina en 2019, tras su salida de Bolivia. La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, confirmó el inicio de la investigación, indicando que la denuncia fue presentada hace unas dos semanas y que las diligencias ya están en marcha para investigar a fondo los hechos.

Branko Marinkovic, exministro boliviano y parte del gobierno interino de Jeanine Áñez, fue quien solicitó al gobierno argentino investigar a Morales. Según Marinkovic, las acusaciones incluyen testimonios sobre la supuesta convivencia del exmandatario con adolescentes durante su estancia en Argentina.

En Bolivia, Morales enfrenta también una serie de acusaciones similares que han generado nuevas investigaciones. Desde septiembre, la fiscalía de Tarija lo investiga por presunto estupro tras la aparición de un informe de inteligencia que señala que Morales habría tenido una relación con una menor con quien supuestamente tuvo una hija en 2015.

Estas no son las únicas acusaciones. En Cochabamba, Tatiana Herrera, secretaria de Género de la Alcaldía, denunció otros cinco casos de abuso y trata de personas en los últimos cinco años que, presuntamente, también involucran al expresidente. La acumulación de denuncias en su contra ha puesto al exmandatario en el centro de la polémica, generando presión tanto en Bolivia como en Argentina, donde las investigaciones avanzan para determinar la responsabilidad de Morales en estos graves delitos.