El presidente Daniel Noboa confirmó que marchará el 12 de agosto hacia la Corte Constitucional en Quito. Su objetivo es rechazar las decisiones de la Corte sobre tres leyes impulsadas por su Gobierno. ADN, su movimiento político, ya definió la hora y el lugar de concentración: será a las 09:00 en los exteriores de la Corte, en el norte de la capital. Valentina Centeno, asambleísta oficialista, aseguró que apoyará la protesta. En los pasillos de la Asamblea ya se habla del traslado de simpatizantes desde otras provincias. El presidente llamó a una marcha pacífica y dijo que marchará “con el pueblo”. Noboa lanzó su mensaje desde Daule, un día después de que la Corte admitiera las demandas contra las leyes de Inteligencia, Integridad y Solidaridad. Según Centeno, las decisiones de la Corte son subjetivas y sesgadas. La movilización generó reacciones inmediatas desde la oposición. Desde el correísmo criticaron la medida y cuestionaron sus verdaderas intenciones. Franklin Samaniego dijo que el presidente debería marchar contra la inseguridad o por el presupuesto de salud. Otros, como Christian Benavides, consideran que el mandatario puede acudir al pueblo, pero piden más madurez institucional. Human Rights Watch y una relatora de la ONU ya se han pronunciado sobre amenazas a la Corte. La movilización genera incertidumbre por los antecedentes de tensión entre poderes del Estado. A pesar de eso, el Ejecutivo mantiene su postura firme frente al máximo organismo constitucional. La protesta se perfila como una de las más llamativas del año, al tener al propio presidente al frente. ADN asegura que la movilización será ciudadana y no partidista. Noboa insiste en defender las leyes que fueron aprobadas por la Asamblea. La Corte suspendió provisionalmente 17 artículos de esas normativas. La oposición teme que se deslegitime a la Corte. Mientras tanto, Quito se prepara para una jornada de presión política en las calles.