El Arzobispo Jaime Calderón Calderón fue enfático en su postura. En un comunicado oficial, expresó su preocupación por la falta de respeto hacia los sacramentos y el ambiente solemne que debe prevalecer en las iglesias. "Entendemos que las parejas desean personalizar su boda, pero no podemos permitir que los templos sean utilizados para ceremonias que desvirtúan su propósito espiritual", señaló el Arzobispo. Asimismo, advirtió que cualquier boda que no respete las nuevas disposiciones será suspendida de inmediato.

Esta decisión ha desatado un acalorado debate, especialmente entre los jóvenes aficionados al cosplay y la cultura otaku. Mientras algunos defienden la creatividad y la libertad de expresión en eventos tan importantes como el matrimonio, otros consideran que los templos deben mantenerse como espacios de reverencia y solemnidad, y que este tipo de celebraciones cruzan una línea de respeto hacia las tradiciones religiosas.

En su comunicado, la Arquidiócesis de León dejó claro que cualquier boda temática, sea de anime, películas o cualquier otra fuente de inspiración ajena a las tradiciones eclesiásticas, será prohibida en todos los templos de la ciudad. Esta decisión busca preservar el carácter sagrado del sacramento del matrimonio y asegurar que los templos no se conviertan en escenarios para eventos que podrían "desvirtuar su finalidad espiritual".

A pesar de la firmeza de la iglesia, algunos sectores de la población, particularmente los jóvenes, ven esta decisión como un exceso de conservadurismo. "Nos casamos de una manera que representa lo que somos y lo que amamos", comentó un miembro de la comunidad otaku local.