La nueva cárcel de Santa Elena, llamada “La Cárcel del Encuentro”, estará lista a finales de 2025 y el primer preso en ingresar será William Joffre Alcívar, alias Comandante Willy, según lo aseguró el ministro del Interior, John Reimberg. Esta prisión se construye en la comuna Juntas del Pacífico y estará destinada a reos considerados de “alta peligrosidad”. España, donde el cabecilla de Los Tiguerones está detenido, exige que Ecuador garantice su vida y seguridad si es enviado de vuelta. Reimberg prometió que todo está listo para recibirlo y aseguró que no se permitirán atentados contra él. El famoso abogado Gonzalo Boye lo defiende en España y ha intentado frenar la extradición. El ministro fue claro: “Tendrá que venir al Ecuador y cumplir su condena aquí”. La nueva cárcel costará USD 52 millones y está a cargo de una empresa española con respaldo chino. Tendrá capacidad para hasta 800 presos y sigue el modelo de prisiones de El Salvador. Aunque prometieron construirla en 300 días, el plazo se venció en mayo de 2025 y todavía no está terminada. Aun así, Reimberg asegura que estará lista este mismo año. La justicia española desechó los argumentos de la defensa del Comandante Willy y solo espera garantías de Ecuador. Las condiciones son duras, ya que las cárceles del país han sido escenario de masacres que dejaron más de 500 muertos desde 2021. La presión internacional está sobre la mesa y el gobierno ecuatoriano busca enviar un mensaje fuerte. El ministro insiste en que el nuevo reclusorio será el sitio perfecto para criminales de alto riesgo. La cárcel estará completamente aislada y con tecnología de vigilancia de última generación. El caso del Comandante Willy ha generado revuelo por su implicación en el asalto al canal TC. España pide que se garantice el respeto a los derechos humanos antes de enviarlo. La cárcel, sin embargo, promete convertirse en símbolo de control y castigo para los líderes narcos. Ahora, el país espera que la extradición se concrete en los próximos meses. Todo depende de cumplir con las condiciones que exige el tribunal europeo. Por ahora, la obra sigue su marcha en medio del polvo y la expectativa. Las autoridades aseguran que no habrá más retrasos. El futuro del temido Tiguerón ya está marcado: una celda en Santa Elena lo espera.