China anuncia medidas para enfrentar la guerra comercial de Trump


Por: Christian Palacios
El 7 de mayo de 2025, el Banco Popular de China (PBOC) sorprendió al mercado con una serie de medidas monetarias, incluyendo una reducción en la tasa de interés y en el coeficiente de reserva obligatoria (RRR), con el objetivo de mitigar los efectos de la creciente guerra comercial con Estados Unidos. Estas acciones se producen en un contexto de tensión económica global y tras meses de intensificación de los aranceles impuestos por la administración Trump. Las medidas apuntan a reactivar el crecimiento económico del país, que ha mostrado signos de desaceleración en medio de un entorno comercial incierto y una competencia económica feroz.
Las medidas anunciadas por el Banco Popular de China son varias y se concentran en dos áreas clave: la flexibilización de la política monetaria y el apoyo directo a sectores estratégicos de la economía.
Reducción de tasas de interés: La reducción de la tasa de interés a siete días en 10 puntos base, de 1.5% a 1.4%, tiene como objetivo principal abaratar el costo del crédito. Al hacerlo, el gobierno espera incentivar tanto la inversión empresarial como el consumo de los hogares. Esto es especialmente importante en un entorno donde la incertidumbre económica ha frenado la disposición de las empresas a invertir. Además, se espera que esta medida también reduzca la tasa preferencial de préstamo, lo que mejorará las condiciones para los prestatarios y permitirá un flujo de crédito más fluido hacia la economía.
Reducción del coeficiente de reserva obligatoria: El PBOC también ha decidido reducir el RRR, lo que libera una cantidad significativa de liquidez en el mercado, estimada en aproximadamente 138.5 mil millones de dólares. El RRR determina la cantidad de dinero que los bancos deben mantener en reserva y, al reducirlo, se incrementa la cantidad de crédito disponible para el financiamiento de empresas y consumidores. Esta medida tiene como objetivo principal aumentar la liquidez en la economía y facilitar el acceso al crédito en sectores clave, como la tecnología y bienes raíces, que han sido fuertemente afectados por la desaceleración económica.
Apoyo a sectores clave: En paralelo a las medidas de flexibilización monetaria, China ha lanzado iniciativas para apoyar sectores estratégicos, como el tecnológico, inmobiliario y el consumo. En el sector inmobiliario, por ejemplo, se reducirá la tasa de interés para los préstamos hipotecarios destinados a compradores de primera vivienda, lo que facilitará el acceso a la propiedad y reactivará la demanda interna. Además, se implementarán programas de représtamo por 500 mil millones de yuanes para promover el consumo y el cuidado de la tercera edad. Esta medida está orientada a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y a generar un estímulo económico mediante el aumento del gasto interno.
Apoyo a las pequeñas y medianas empresas (Pymes): Las autoridades también han señalado que se están preparando nuevas medidas para apoyar a las Pymes, que son fundamentales para el empleo y la innovación en la economía china. Aunque aún no se han detallado todas las políticas, se espera que estos apoyos incluyan incentivos fiscales, líneas de crédito preferenciales y medidas para reducir la carga administrativa que enfrentan las pequeñas empresas.
Las expectativas del gobierno chino son claras: reactivar el crecimiento económico, contrarrestar los efectos de la guerra comercial y fortalecer sectores clave de la economía. A corto plazo, se espera que estas medidas aumenten la liquidez en los mercados financieros y estimulen la demanda interna, lo que debería traducirse en un mayor crecimiento económico. Los recortes en las tasas de interés y la liberación de reservas deberían facilitar el acceso a financiamiento, impulsando la inversión empresarial y el consumo.
Sin embargo, algunos analistas advierten que las medidas, aunque necesarias, podrían no ser suficientes para revertir completamente la desaceleración económica en el contexto actual. A pesar de las políticas expansivas, la incertidumbre global y la persistente guerra comercial con Estados Unidos podrían seguir afectando la confianza de los inversores y la competitividad de las exportaciones chinas. Además, el impacto de las medidas podría verse amortiguado por la débil demanda crediticia, lo que dificultaría la efectividad de la flexibilización monetaria.
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