El movimiento CREO aprobó por unanimidad apoyar el SÍ en el referéndum y la consulta popular del 16 de noviembre de 2025. La decisión se tomó en su Asamblea Nacional y fue presentada como un giro firme frente a la Carta de 2008. En el discurso partidario se repitió la consigna de enviar a la basura la Constitución impulsada por el correísmo. Guillermo Lasso sostuvo que ese texto empoderó a pocos y frenó el avance del país. El contexto estuvo marcado por la crisis de inseguridad y el avance del narcotráfico. CREO prometió fortalecer la democracia y blindar a las instituciones. La seguridad sería reforzada con cooperación de aliados internacionales. La campaña electoral quedó prevista del 1 al 13 de noviembre.

Entre el 14 y el 16 regirá el silencio electoral antes de la votación. La primera pregunta busca eliminar la prohibición para instalar bases o instalaciones con fines militares. Los promotores señalan que aquello permitiría enfrentar mejor al crimen organizado. La segunda pregunta plantea quitar la obligación del Estado de financiar a partidos y movimientos políticos. La propuesta se presentó como una depuración del sistema con más control ciudadano. La tercera pregunta convoca a elegir e instalar una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución. El texto que surja deberá someterse a un referéndum posterior.

Se indicó que la Corte Constitucional dio luz verde el 25 de septiembre tras ajustes del Ejecutivo de Daniel Noboa. También se anunció que todo se unificó en una sola papeleta junto con la consulta sobre la cantonización de Borbón. Los dirigentes de CREO afirmaron que estas reformas pondrían el poder en manos de la gente. Los opositores aún analizan su respuesta ante el impulso del SÍ. El 16 de noviembre la ciudadanía definirá en las urnas el rumbo de estas propuestas.