Perú ha dado un paso audaz al convertirse en el primer país en reconocer a Edmundo González Urrutia como el presidente electo de Venezuela. El ministro de Exteriores de Perú, Javier González-Olaechea, hizo el anuncio este martes, marcando una postura firme contra el régimen de Nicolás Maduro. "Esta posición es compartida por numerosos países, gobiernos y organismos internacionales", declaró González-Olaechea al canal estatal TV Perú.

El canciller peruano ha sido uno de los críticos más acérrimos del gobierno de Maduro, especialmente después de las controversiales elecciones presidenciales del pasado domingo, en las que Maduro fue declarado vencedor. Sin embargo, estas elecciones han sido fuertemente cuestionadas debido a la falta de transparencia y a la ausencia de las actas de los centros de votación, lo cual ha sido denunciado tanto por la oposición venezolana como por diversas organizaciones internacionales.

En respuesta al reconocimiento de González Urrutia, el canciller de Venezuela, Yvan Gil, anunció que su gobierno ha decidido romper relaciones diplomáticas con Perú. "Nos vemos obligados a tomar esta decisión luego de las temerarias declaraciones del canciller peruano que desconocen la voluntad del pueblo venezolano y nuestra Constitución", escribió Gil en su cuenta de X, anteriormente conocida como Twitter.

El ministro de Exteriores de Perú también ha mantenido conversaciones con la líder opositora venezolana María Corina Machado, expresándole su solidaridad y apoyo al candidato Edmundo González Urrutia. Machado y su Plataforma Unitaria Democrática (PUD) han subido a su página web copias del 73% de las actas de las elecciones, según las cuales González Urrutia habría ganado por un amplio margen.

La tensión en la región se ha incrementado, ya que Perú no es el único país en conflicto diplomático con Venezuela tras las elecciones. El gobierno de Maduro ha exigido la retirada del personal diplomático en Caracas de otros seis países de América Latina, incluyendo Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Uruguay. Estos países, junto con Perú, han sido acusados por Venezuela de "acciones y declaraciones injerencistas" y de comprometerse con el "fascismo internacional".

El presidente de Argentina, Javier Milei, y el de Costa Rica, Rodrigo Chaves, han calificado las elecciones en Venezuela como fraudulentas. Panamá ha ido más allá, retirando su personal diplomático de Venezuela, mientras que los presidentes de Chile y Uruguay han expresado su incredulidad y desconfianza respecto al proceso electoral y los resultados.

A pesar de las crecientes demandas de estos países y otros actores internacionales, el gobierno de Maduro no ha divulgado detalles específicos de las actas oficiales de votación. En cambio, ha denunciado sin pruebas un supuesto ataque informático al sistema de votación, atribuyéndolo a la oposición, incluyendo a María Corina Machado.