La alimentación es clave para una vida saludable y prolongada. Sin embargo, no todos los alimentos benefician la longevidad.

Según el dietista y médico molecular Ramón de Cangas, ningún alimento por sí solo acorta la vida.

Lo que realmente influye es la calidad de la dieta diaria y los hábitos alimenticios.

Un estudio de The Lancet reveló que una de cada cinco muertes está relacionada con una mala alimentación.

En 2017, esto provocó más de 11 millones de fallecimientos evitables.

Las principales causas fueron enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes tipo 2.

Expertos identificaron cuatro alimentos que pueden impactar negativamente la salud.

Las carnes procesadas encabezan la lista por su relación con problemas cardíacos.

Las bebidas azucaradas elevan los niveles de glucosa y afectan el páncreas.

Las pizzas congeladas y margarinas contienen grasas trans peligrosas para el corazón.

El consumo excesivo de sal está vinculado a enfermedades como cáncer de estómago y osteoporosis.

Estos productos, consumidos con frecuencia, pueden deteriorar la calidad de vida.

Los nutricionistas recomiendan reducir su ingesta y optar por una dieta equilibrada.

Incluir frutas, verduras y legumbres es clave para mejorar la salud y vivir más años.

Los hábitos alimenticios juegan un papel fundamental en la prevención de enfermedades.