El 30 de julio, la Policía Nacional de Guayaquil se llevó una gran sorpresa al revisar una encomienda en una agencia de courier. Lo que parecía un simple paquete de productos comestibles escondía un oscuro secreto: ¡droga en bolitas mezclada con frutos secos! Eran dos frascos que contenían 963 gramos de clorhidrato de cocaína camuflados con mucha astucia. Pero no fue suficiente para engañar a los agentes antinarcóticos, quienes con su experiencia detectaron la trampa a tiempo. La droga tenía como destino final los Estados Unidos, donde su valor superaba los $28.000 dólares. Gracias a este operativo, se impidió la salida de 9.630 dosis hacia el extranjero. Este tipo de envíos demuestra cómo las mafias intentan colar droga en cualquier forma posible. Las autoridades señalaron que el control en agencias de encomiendas es constante y se intensificará para evitar que el país se convierta en una vía fácil para el narcotráfico. Con esta acción, la Policía vuelve a marcar un punto en su lucha contra el crimen organizado que usa todo tipo de estrategias para mover su mercancía ilegal.