El huracán Milton desató su furia en Florida el pasado 9 de octubre, tocando tierra en Siesta Key como un ciclón de categoría 3. Con vientos que alcanzaron los 193 km/h y lluvias torrenciales que superaron los 460 mm en ciertas zonas, la tormenta generó un caos sin precedentes, dejando a su paso destrucción y millones de personas sin electricidad. Según el Servicio Meteorológico Nacional, las inundaciones fueron significativas, afectando a varias comunidades a lo largo de la costa central del estado.

Milton se había intensificado hasta convertirse en un huracán de categoría 5 antes de llegar a Florida, con ráfagas de viento que alcanzaron los 290 km/h. En su recorrido, las marejadas ciclónicas, que alcanzaron hasta 1,8 metros, impactaron duramente en áreas como Naples y Fort Myers, provocando una devastación considerable. En San Petersburgo, se registraron las lluvias más intensas, acumulando 480 mm en tan solo horas, lo que generó inundaciones masivas que sumergieron calles, viviendas y dejaron a miles atrapados sin poder escapar.

El ciclón no solo trajo consigo lluvias y marejadas, sino también tornados que afectaron al condado de St. Lucie, donde se confirmaron al menos 10 muertes. En San Petersburgo, la cúpula del Tropicana Field, un refugio para damnificados, sufrió severos daños y una grúa colapsó sobre un edificio, dejando un enorme agujero en la estructura. En Tampa, ráfagas de hasta 160 km/h derribaron árboles y obligaron a la evacuación de decenas de familias.

Las autoridades locales han declarado el estado de emergencia en varios condados y, aunque ya se iniciaron las labores de rescate y limpieza, el gobernador Ron DeSantis ha advertido que el proceso de recuperación será largo y costoso. Se espera que, a medida que se despejen los escombros y continúen los rescates, el número de víctimas fatales aumente.

Las imágenes en redes sociales no han tardado en mostrar la magnitud del desastre: casas destrozadas, calles bajo agua y puentes colapsados son solo algunas de las evidencias del impacto de Milton en Florida. Las autoridades han emitido advertencias sobre posibles inundaciones adicionales y deslizamientos de tierra en los próximos días, mientras continúan monitoreando la formación de nuevas tormentas en la región.