La madrugada de este 22 de agosto, la cárcel de El Inca, ubicada al norte de Quito, fue escenario de un operativo de intervención que dejó al descubierto la gravedad de la situación dentro del centro de privación de libertad. La Policía Nacional, en colaboración con la Fiscalía General del Estado, ingresó al recinto con un despliegue de agentes armados y equipados con escudos, en busca de objetos prohibidos que comprometen la seguridad del lugar.

El operativo comenzó antes del amanecer, cuando el personal especializado inició un registro minucioso, revisando cada celda y hasta los baños de la cárcel, en un esfuerzo por identificar y confiscar elementos ilegales. Como resultado de esta intervención, las autoridades incautaron 50 teléfonos celulares, USD 3.463,50 en efectivo, armas blancas y una cantidad significativa de sustancias sujetas a fiscalización, comúnmente conocidas como droga.

Durante la requisa, se llevó a cabo la detención en flagrancia de tres agentes penitenciarios y una persona encargada del economato del centro, quienes se encuentran bajo investigación y cuya situación jurídica se resolverá en las próximas horas. Estos arrestos reflejan la complicidad interna que facilita el ingreso y la distribución de objetos prohibidos dentro del penal.

Además, la Policía detuvo a cuatro personas por su participación en el ingreso de estos artículos al centro de privación de libertad. En el momento de su aprehensión, se les decomisó dinero en efectivo y joyas, que ahora forman parte de las pruebas en la investigación en curso.

Este operativo es parte de una serie de acciones emprendidas por las autoridades para recuperar el control de los centros penitenciarios del país, que en los últimos años han sido objeto de constantes denuncias por la corrupción y el ingreso de objetos ilegales. La cárcel de El Inca, en particular, ha sido una de las más señaladas, lo que llevó a este esfuerzo conjunto entre la Policía Nacional y la Fiscalía para intervenir y poner freno a las actividades delictivas que se gestan dentro de sus muros.

Las autoridades han enfatizado que estos operativos continuarán con el objetivo de limpiar las cárceles del país y garantizar la seguridad tanto de los reclusos como del personal penitenciario. Mientras tanto, la comunidad espera que las medidas adoptadas logren mitigar el clima de inseguridad que persiste en el sistema penitenciario ecuatoriano.