Una fuerte explosión sacudió la madrugada del miércoles 10 de septiembre a la alcaldía Iztapalapa, en Ciudad de México, cuando un camión cisterna de la empresa Orix que transportaba gas volcó bajo el puente de La Concordia. El impacto ocasionó una fuga masiva de combustible y una posterior deflagración que levantó llamas de hasta 30 metros de altura. El siniestro dejó al menos ocho personas fallecidas y 94 heridas, varias de ellas en estado crítico, según informaron autoridades de Protección Civil. La onda expansiva dañó decenas de vehículos y causó severos destrozos en la zona, obligando al desalojo inmediato de los alrededores. Elementos del cuerpo de bomberos, policías y equipos de rescate trabajaron durante horas para sofocar el fuego y atender a los afectados. El gobierno capitalino abrió una investigación para determinar las causas del accidente y evaluar posibles responsabilidades de la empresa transportadora. La tragedia ha reavivado el debate sobre la seguridad en el transporte de materiales peligrosos en zonas urbanas de alta densidad poblacional.