Elon Musk ha intensificado su enfrentamiento con el gobierno de Brasil después de que el Tribunal Supremo del país suspendiera los servicios de la red social X y confiscara activos de SpaceX. Musk, en un tuit, calificó la acción de "ilegal" y sugirió posibles represalias, incluyendo la confiscación recíproca de bienes del gobierno brasileño en los Estados Unidos.

La decisión del Tribunal Supremo se debe a la negativa de la empresa de Musk de cumplir con varias sentencias judiciales que exigen el bloqueo de perfiles y la eliminación de contenido que propaga noticias falsas y ataques a la democracia. Musk retiró a sus representantes legales de Brasil, quienes, según él, enfrentaban amenazas de encarcelamiento.

El conflicto entre Musk y el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva ha escalado rápidamente. Además de X, Starlink, otra empresa de Musk, se ha visto involucrada al negarse a cumplir con la suspensión de X en Brasil. Este desafío se produce en un contexto de alta polarización política y una próxima campaña electoral municipal en la que se busca evitar la diseminación de desinformación.