En un giro sorprendente, Dritan Rexhepi, apodado 'Zar de la Cocaína', logró evadir el sistema penitenciario y judicial de Ecuador, dejando en evidencia serias falencias en los mecanismos de control y seguridad del país. A pesar de tener pendiente seis años de condena por narcotráfico y enfrentar dos pedidos de extradición, Rexhepi consiguió la prelibertad, generando interrogantes sobre la eficacia de la justicia ecuatoriana.

El juez Diego Poma, conocido por sus decisiones controvertidas en casos de narcotráfico, otorgó la prelibertad a Rexhepi por supuestos motivos de salud. Esta decisión incluía condiciones como el uso de un grillete electrónico y la presentación periódica ante las autoridades, medidas que el narcotraficante logró burlar con astucia y la presunta complicidad de funcionarios.

La fuga de Rexhepi desató una ola de críticas hacia el sistema judicial y penitenciario de Ecuador. Investigaciones revelaron que el albanés utilizó diferentes estrategias para evadir los controles, incluyendo la falsificación de firmas y la obtención de certificados médicos cuestionables. Estos hechos han llevado a cuestionar la integridad y eficiencia de las instituciones involucradas en su supervisión.

La captura de Rexhepi en Turquía, dos años después de su fuga, no ha mitigado el escándalo en Ecuador. La situación ha impulsado un debate nacional sobre la necesidad de reformas en el sistema de justicia y penitenciario, así como en las políticas de extradición.