El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha dado un paso contundente en la crisis política de Venezuela al solicitar a la Corte Penal Internacional (CPI) que impute cargos a Nicolás Maduro y ordene su detención. Este pedido surge en medio de la polémica tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, donde Maduro fue reelegido en medio de serias acusaciones de fraude electoral.

Las elecciones venezolanas han sido el centro de atención mundial debido a las numerosas irregularidades reportadas. Entre ellas, la tardanza del Consejo Nacional Electoral (CNE) en publicar el primer boletín y las denuncias de la oposición, que asegura tener pruebas de la victoria de Edmundo González. Estas acusaciones han sido respaldadas por varios países y organizaciones internacionales que piden una auditoría exhaustiva de los resultados.

Durante la sesión del Consejo Permanente de la OEA el 31 de julio, se discutió una propuesta que exigía transparencia en las elecciones venezolanas, solicitando la publicación de las actas y una verificación integral por observadores internacionales. Sin embargo, la resolución no prosperó a pesar de tener 17 votos a favor, debido a 11 abstenciones, incluyendo la de Colombia.

En su intervención, Almagro fue enfático al destacar las herramientas legales con las que cuenta la CPI para afrontar la situación en Venezuela. "Hoy millones de venezolanos nos observan esperanzados de que podamos ayudarlos a defender la voluntad expresada en las urnas y a que cese la represión que estamos presenciando", afirmó. El secretario general también subrayó la gravedad de las amenazas de Maduro antes de las elecciones, incluyendo promesas de "un baño de sangre" que, según Almagro, ahora se están cumpliendo con premeditación y ferocidad.