Phoenix, la ciudad de Arizona, es ahora sinónimo del infierno en la tierra. La ciudad ha batido este martes un inquietante récord que no se veía desde hace medio siglo: 19 días consecutivos con temperaturas por encima de los 43,3 grados centígrados. Y no se prevé que la situación mejore pronto, pues los meteorólogos pronostican temperaturas de hasta 48 grados para el viernes.

Los 1,6 millones de habitantes de Phoenix están en medio de un horno, resultado de la combinación del cambio climático causado por el hombre y el fenómeno meteorológico conocido como El Niño. Christopher Burt, historiador meteorológico, asegura que ninguna otra de las 25 ciudades más pobladas de Estados Unidos ha sufrido nunca una racha como esta.

El Servicio Meteorológico Nacional advierte que la ola de calor seguirá afectando la región durante toda esta semana y probablemente más tiempo. En 2022, 425 personas murieron a causa del calor en Phoenix. Este año, ya se han registrado 12 muertes, y hay otras 55 en estudio.

La temperatura durante la noche solo desciende hasta los 33 grados, lo que convierte el descanso nocturno en un auténtico lujo para aquellos vecinos sin aire acondicionado. Para enfrentar este calor sin precedentes, se han establecido unos 200 centros de “enfriamiento e hidratación” en la ciudad, pero la mayoría cierra a causa de problemas de personal.

La sequía también está afectando a Phoenix. La última vez que se registraron lluvias en la ciudad fue hace casi cuatro meses. La ciudad es ahora el reflejo de una nueva realidad climática que parece haber venido para quedarse.