En un giro inesperado para la pareja real, la justicia de California ha emitido un veredicto adverso contra la Fundación Archewell, presidida por el príncipe Harry y Meghan Markle. De acuerdo con fuentes legales, la entidad ha sido marcada como morosa, lo que ha llevado a una orden judicial de suspender todas sus actividades de recaudación y gasto de fondos.

La revelación, que salió a la luz a través de documentos legales a los que tuvo acceso la revista People, ha causado un gran revuelo. La fundación, conocida por sus múltiples iniciativas benéficas, se ve ahora en un complicado predicamento legal. La medida fue anunciada oficialmente el pasado 3 de mayo, sumiendo en incertidumbre las operaciones de la organización.

Mientras tanto, al otro lado del mundo, Harry y Meghan continuaban su gira por Nigeria, donde participaron en varios eventos de alto perfil, incluyendo la promoción de los Juegos Invictus. Sin embargo, detrás de las cámaras, su fundación enfrentaba estos problemas legales, lo que contrasta drásticamente con la cálida acogida que recibieron en África.

Según fuentes cercanas a la pareja, existe confianza en que la situación se resolverá pronto y de manera favorable. No obstante, el estado actual de "morosidad" impide a la fundación operar de manera regular, poniendo en pausa cualquier actividad que involucre fondos caritativos. La situación legal podría tener severas repercusiones, incluyendo sanciones adicionales y la posible revocación del registro de la fundación si no se regulariza a tiempo.

El equipo legal de la Fundación Archewell está trabajando arduamente para enviar los informes faltantes y espera que una vez resuelto el pago del cheque no recibido, la organización pueda reanudar plenamente sus actividades. Este incidente destaca la importancia del cumplimiento administrativo, incluso para entidades benéficas de alto perfil dirigidas por figuras públicas conocidas internacionalmente.