La Procuraduría indicó quién debía cubrir una eventual ausencia del fiscal general subrogante. El fiscal general encargado, Wilson Toainga, había consultado qué ocurría si tenía una ausencia temporal. La duda surgió mientras el CPCCS llevaba adelante el concurso para designar al nuevo titular de la Fiscalía. Toainga ocupaba el puesto tras la renuncia de Diana Salazar presentada el 20 de mayo. La consulta fue dirigida al procurador general del Estado, Juan Carlos Larrea. Larrea emitió un pronunciamiento con base en el Código Orgánico de la Función Judicial y la Losep. Según ese criterio, la subrogación aplicaba frente a la ausencia del fiscal general titular.

En ese escenario, las funciones quedaban en manos del fiscal general subrogante para asegurar continuidad institucional. El pronunciamiento advirtió que esa subrogación especial no se confundía con la prevista de forma general en el artículo 94 del COFJ. También aclaró que no correspondía aplicar el artículo 47 del COFJ cuando el ausente temporal era el propio subrogante.

 Para una ausencia temporal del fiscal subrogante se aplicaban las reglas generales de subrogación de los artículos 94 del COFJ y 126 de la Losep. Si la ausencia del subrogante era definitiva, procedía el encargo conforme el artículo 127 de la Losep. Ese encargo debía seguir lo previsto en el artículo 271 del reglamento de la misma ley. El documento citó el principio de continuidad del servicio público del artículo 314 de la Constitución. La Procuraduría precisó además que la autoridad temporal debía cumplir todos los requisitos legales. En ambos casos, la designación temporal le correspondía al pleno del Consejo de la Judicatura.

 Esa competencia se sustentaba en el numeral 1 del artículo 264 del COFJ. La aclaración buscaba evitar vacíos mientras se completaba el concurso del CPCCS. El proceso de selección en el CPCCS había mostrado retrasos y pocos avances. Con este pronunciamiento, el mapa de reemplazos quedó trazado hasta que se designe a la nueva autoridad.