Una aparición que nadie esperaba. Así fue el regreso del papa Francisco a la Plaza de San Pedro este domingo, donde sorprendió a miles de personas durante una misa especial. Sin previo aviso, caminó lentamente hasta el estrado, justo al final de la ceremonia que reunió a trabajadores de la salud y pacientes de todo el mundo. La multitud estalló en aplausos y gritos de emoción al verlo después de varias semanas de ausencia. Francisco, de 88 años, llevaba dos semanas fuera del hospital tras una dura batalla contra una neumonía que casi le cuesta la vida, según sus médicos. Estuvo hospitalizado por más de seis semanas y tuvo que pasar por momentos muy críticos. Su voz aún se nota débil, pero su presencia fue suficiente para conmover a todos los presentes. El pontífice dijo pocas palabras, pero su aparición fue un mensaje de fuerza. Muchos lloraron al verlo caminar, y otros se arrodillaron en señal de respeto. Desde el Vaticano no habían anunciado esta salida, lo que hizo aún más impactante su presencia. Los organizadores del evento confirmaron que ni ellos sabían que Francisco asistiría. Su aparición fue breve pero significativa. El Papa sigue en recuperación, pero quiso acompañar personalmente a quienes luchan por la salud en todo el mundo. Los médicos que lo atendieron dijeron que estuvo dos veces al borde de la muerte. A pesar de eso, Francisco insiste en mantenerse activo, aunque con más limitaciones. Esta aparición pública da esperanzas a millones de fieles que han estado orando por él.