La medianoche del domingo 24 de agosto, sicarios armados irrumpieron en una vivienda del barrio Santa Lucía, parroquia Eloy Alfaro, en Manta, y asesinaron a balazos a los hermanos Rodolfo y Darwin Cedeño. Los desconocidos entraron hasta el cuarto donde descansaban las víctimas y dispararon repetidamente, dejando sus cuerpos junto a la cama en medio de un charco de sangre. La Policía llegó tras la alerta y trasladó los cadáveres al centro forense para las pericias de ley. Este doble homicidio agrava la violencia que azota al Distrito Manta, Montecristi y Jaramijó, donde ya se registran 325 muertes violentas en 2025, casi las mismas que en todo el año pasado. La parroquia Eloy Alfaro es la más golpeada por la inseguridad, con 72 homicidios en lo que va del año, según datos oficiales. Horas antes de este crimen, en el mismo barrio, asesinaron a José Luis Mendoza Molina, alias “Papu”, en otro ataque armado, confirmando la crítica situación del sector. El barrio Santa Lucía se ha convertido en escenario constante de hechos sangrientos que mantienen atemorizados a los moradores. El jefe policial de Manabí, Wladimir Acurio, explicó que la mayoría de estos homicidios están ligados a ajustes de cuentas y al crimen organizado. Sin embargo, aún no se revelan los móviles concretos detrás del asesinato de los hermanos Cedeño o de Mendoza Molina. Mientras tanto, las autoridades refuerzan operativos en la parroquia Eloy Alfaro, pero los índices de criminalidad siguen en aumento. Los habitantes de Manta claman medidas urgentes para recuperar la seguridad, mientras la Policía continúa con las investigaciones para ubicar a los responsables materiales e intelectuales de esta nueva masacre que sacude a Manabí.