En Ecuador, más de 300 personas al día denuncian estafas y robos informáticos relacionados con sus cuentas bancarias o tarjetas de crédito. En 2024 se registraron 3.913 denuncias en la Fiscalía, un aumento del 7% en comparación con el 2023. En lo que va del 2025 ya van 831 casos hasta el 21 de marzo. Pichincha, Guayas y Manabí son las provincias donde más se reportan estos delitos. Las víctimas afirman que sus cuentas fueron vaciadas sin autorización o que terceros hicieron compras electrónicas con sus tarjetas. El delito más común es la apropiación fraudulenta por medios electrónicos, y representa el 94% de los casos reportados. Esto ocurre cuando los hackers acceden a cuentas bancarias y hacen transacciones sin que el usuario lo note. También se han detectado casos de phishing, donde los delincuentes envían correos falsos de bancos para robar datos personales. Muchas veces las personas caen en la trampa y entregan claves, PINs y números de tarjetas. La Fiscalía también reporta un leve incremento en delitos como la transferencia electrónica de activos patrimoniales. Estos ataques pueden vaciar inversiones, depósitos a plazo fijo y valores del mercado financiero. Otro delito, menos común pero peligroso, es la revelación ilegal de bases de datos. Se trata de la filtración de información confidencial de clientes que puede terminar en extorsiones o incluso secuestros. Aunque la mayoría de víctimas son engañadas por descuido, muchas no denuncian por temor a no recuperar el dinero. Expertos advierten que la prevención es clave para no ser víctima. Recomiendan activar alertas bancarias, revisar los movimientos de las cuentas y nunca compartir datos personales. También es útil instalar apps que identifican llamadas sospechosas. La Fiscalía insiste en que ningún banco pide contraseñas por correo o por teléfono. Si recibes mensajes con errores de escritura o links extraños, desconfía. Ecuador enfrenta una ola digital de estafas y nadie está libre de ser la próxima víctima.