Un crimen atroz sacudió a Bogotá cuando un menor de apenas 14 años confesó haber asesinado brutalmente a su padre, un mayor del Ejército, y a su hermana de siete años, con un total de 193 puñaladas. El hecho ocurrió la noche del 29 de julio de 2024 dentro de la vivienda familiar. Según su confesión, todo empezó tras una discusión y un fuerte sentimiento de rabia contra su progenitor. El joven relató que bajó a la cocina, tomó un cuchillo y subió decidido a atacar. A su padre lo apuñaló primero en el corazón, sabiendo dónde golpear para matarlo, y después siguió atacando el cuerpo sin vida. Su hermana, al despertarse por los ruidos, intentó detenerlo entre gritos y súplicas, pero fue apuñalada en el pecho y luego atacada 75 veces más. El informe de Medicina Legal confirmó que el militar recibió 118 heridas y la niña 75. Cuando la madre llegó a la casa, el menor la esperaba con cuchillos. Ella fue apuñalada y gravemente herida, pero logró sobrevivir gracias a la intervención de los guardias del conjunto residencial. En un inicio, el adolescente culpó a su madre del crimen, lo que llevó a que fuera detenida. Sin embargo, días después confesó ser el responsable y la Fiscalía liberó a la mujer al confirmarla como víctima. El menor quedó bajo custodia del ICBF y recibió una condena de seis años de internamiento en un centro especializado. Un examen psicológico reveló que presenta rasgos violentos, egocéntricos, predisposición a la delincuencia y falta de empatía. El informe forense advirtió que el joven mostraba una preocupante fascinación por series criminales y prácticamente no expresó remordimiento por el daño causado a sus seres más cercanos. El caso conmociona a Colombia y expone la crudeza de la violencia intrafamiliar en el país.