Durante la pandemia del covid-19, el uso del cubrebocas en México generó polémica debido a la postura del presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien se rehusaba a ponérselo, mientras que Claudia Sheinbaum, entonces alcaldesa de la Ciudad de México y ahora presidenta electa, lo usaba consistentemente. Sheinbaum, con una mentalidad científica, portaba un cubrebocas de tela con patrones florales, en contraste con AMLO, quien se mostraba sin cubrebocas, en parte por escepticismo y en parte porque creía haber desarrollado inmunidad tras un contagio temprano.

A pesar de las diferencias visibles, Sheinbaum fue clara al afirmar que no había confrontación con el presidente. Ambos, según ella, forman parte del mismo proyecto de transformación del país, aunque con opiniones distintas en algunos aspectos. "Podemos estar de acuerdo en el uso del cubrebocas o no, pero somos parte de un mismo proyecto de transformación", dijo.

Las similitudes y diferencias entre Sheinbaum y AMLO han sido tema recurrente, especialmente después de que Sheinbaum se convirtiera en la candidata del oficialismo tras una intensa pugna interna. Muchos aseguran que Sheinbaum es una "sombra" de AMLO, mientras que otros destacan sus diferencias en origen y pensamiento político.

Uno de los lemas de la campaña de Sheinbaum fue "continuidad con sello propio". Prometió seguir los parámetros de la Cuarta Transformación, enfocándose en temas que le importan, como el cambio climático y la transición energética. Sheinbaum asume el poder en una economía estable pero con desafíos en seguridad y polarización política.

La personalidad y el origen de ambos líderes son contrastantes. AMLO, extrovertido y grandilocuente, viene de un entorno rural de clase media baja, mientras que Sheinbaum, tímida y técnica, proviene de una familia de científicos judíos en la Ciudad de México. Esta diversidad se refleja en su enfoque político: AMLO es un político tradicional, mientras que Sheinbaum es una tecnócrata con experiencia en administración pública.

Aunque comparten la misma ideología de justicia social y derechos humanos, Sheinbaum ha sido crítica y proactiva en temas ambientales. En su alcaldía, impulsó la plantación de árboles y el saneamiento de ríos, mientras que AMLO promovió obras que requieren energías contaminantes.

El "sello propio" de Sheinbaum se percibe como una modernización de la 4T, con un enfoque técnico y científico. Su relación con AMLO se basa en el respeto y la coincidencia política, pero su estilo de gobierno se espera que sea más conciliador y menos confrontacional.

En resumen, la primera presidenta mujer de México promete un gobierno que, aunque sigue la línea de la Cuarta Transformación, destaca por su propio enfoque técnico y científico, marcando una nueva era en la política mexicana.