El ambiente en Durán es de desconcierto y alarma tras el reciente ataque armado contra dos policías, ocurrido el pasado sábado 30 de marzo. En un giro inesperado de los acontecimientos, se ha revelado que dos de los tres detenidos por este grave incidente son miembros del Cuerpo de Bomberos de la ciudad.

Los hechos sucedieron cuando los agentes policiales se dirigían a brindar seguridad a una procesión por Semana Santa. Ambos sufrieron heridas graves, recibiendo siete y cinco impactos de bala respectivamente.

Según las investigaciones preliminares, una camioneta perteneciente al Cuerpo de Bomberos fue usada para transportar a los agresores después del atentado. Este descubrimiento ha causado una gran conmoción, no solo por la naturaleza violenta del ataque, sino también por la implicación de miembros de una respetada institución de servicio público.

El jefe policial de la Zona 8, Víctor Herrera, expresó su sorpresa al descubrir que los aprehendidos tienen antecedentes penales por delitos graves como robo, tráfico de drogas, asesinato y tenencia ilegal de armas. Además, informó que el mismo vehículo utilizado en el ataque a los policías, estaría vinculado al asesinato de un agente de tránsito en Durán, ocurrido el 19 de marzo.

Esta situación plantea interrogantes sobre la seguridad y el control interno en instituciones clave como el Cuerpo de Bomberos, y cómo individuos con antecedentes penales pudieron formar parte de ella