Human Rights Watch (HRW) denunció graves violaciones a los derechos humanos en Ecuador debido a la militarización ordenada por el Gobierno. Durante los estados de excepción, decretados por Daniel Noboa contra el crimen organizado, se reportaron torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales.

El informe de HRW menciona que los militares realizaron palizas, aplicaron descargas eléctricas, cometieron violencia sexual y obstruyeron el acceso de los detenidos a abogados y atención médica. Además, más de 200 casos de excesos en el uso de la fuerza fueron denunciados ante la Fiscalía.

La organización también señaló condiciones inhumanas en las cárceles, como escasez de comida, lo que ha generado preocupación en organismos internacionales como la ONU.

Jueces ecuatorianos ordenaron investigar estos casos y garantizar atención médica a las víctimas, ante la creciente presión de organismos de derechos humanos.