Entre frío y apagones: Quito y la Costa viven el feriado distinto.


Santa Elena y Guayas repletos de turistas pese al clima helado, mientras Quito enfrenta apagones en casa.
Durante el último feriado en Ecuador, el contraste fue evidente entre las zonas costeras y la capital. Mientras que en Santa Elena y Guayas miles de turistas desafiaron el frío para disfrutar de sus playas y actividades, en Quito, muchos prefirieron quedarse en la ciudad debido a la inseguridad, los apagones y las limitaciones económicas.
En Santa Elena, lugares icónicos como Montañita, Salinas y Ayangue recibieron a visitantes que, a pesar de las bajas temperaturas, no dudaron en arroparse con mantas y abrigos para disfrutar del mar. Las opciones de recreación fueron variadas: desde paseos en lancha y recorridos en yate hasta actividades extremas como parapente. Además, en Salinas, un festival gastronómico captó la atención de cientos de personas, donde 50 panificadores ofrecieron la tradicional colada morada y guaguas de pan. La feria de artesanías y los conciertos al aire libre añadieron un toque de entretenimiento, especialmente para quienes aprovecharon promociones en hospedajes que extendieron su estadía.
Según la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), hasta la tarde del domingo, alrededor de 300,000 personas habían ingresado a Santa Elena, cifra que refleja el auge de turistas en este feriado prolongado.
En Guayas, localidades como General Villamil Playas, Puerto El Morro y Engabao no se quedaron atrás, atrayendo a visitantes con recorridos por los manglares y avistamiento de aves y delfines. Al atardecer, estos sitios se transformaron en puntos de encuentro, donde los turistas se deleitaron con ferias y conciertos.
Mientras tanto, en Quito, la situación fue muy diferente. Los apagones y la inseguridad llevaron a que muchas personas optaran por quedarse en casa. Sin embargo, la capital también tuvo opciones recreativas. Con actividades culturales y deportivas en sitios como las cúpulas del Centro Histórico y los parques urbanos, los quiteños aprovecharon los espacios locales para recrearse. Piscinas en los valles como El Tingo y Cunuyacu recibieron a unas 5,000 personas, mientras que en el Centro Histórico se estimó la visita de 75,000 personas diarias.
Además, el Festival Más Allá de la Vida en el barrio San Blas reunió a cerca de 30,000 personas, quienes asistieron a eventos culturales y visitas a las criptas de antiguos conventos. La Mitad del Mundo fue otra alternativa segura y económica, ideal para las familias que optaron por el turismo local en este feriado.
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