La noche del jueves 6 de noviembre, Guayaquil se alteró por una falsa bomba en la avenida 9 de Octubre y Chile. El objeto fue dejado en el área de un cajero y desató alarma entre quienes pasaban por el centro. La Policía cerró la 9 de Octubre mientras se activaban los protocolos de seguridad. Agentes del Grupo de Intervención y Rescate acudieron y evaluaron el supuesto explosivo. Tras el análisis, el GIR ejecutó una detonación controlada para neutralizar el artefacto. El procedimiento confirmó que no había carga explosiva real. El coronel Christian Rengifo, jefe operacional de la Zona 8, explicó qué encontraron. Detalló que eran seis tubos de cartón con cables y mechas puestos para imitar tacos de dinamita. El gobernador del Guayas, Humberto Plaza, indicó que aquello se hizo con la intención de asustar a la gente. Afirmó que se descartó por completo que fuese un artefacto con explosivos. El funcionario remarcó que el dispositivo parecía listo para llamar la atención de cualquiera que lo viera. Incluso señaló que el montaje buscaba meter miedo. Plaza lamentó que algunos aprovecharon el episodio para lanzar críticas al Gobierno.

Relacionó esas reacciones con la cercanía de la Consulta Popular del domingo 16 de noviembre. La Policía informó que una persona fue detenida por este hecho. Según videos revisados por las autoridades, ese individuo habría colocado el objeto sobre el cajero. El cierre de la vía y la presencia de agentes se mantuvieron hasta culminar la intervención. Las autoridades recalcaron que la maniobra buscaba generar temor entre comerciantes y habitantes del sector. La investigación quedó en marcha para determinar responsabilidades y posibles conexiones. Personal policial cerró la avenida 9 de Octubre durante la alerta.