El pasado 28 de agosto, Chihuahua vivió un capítulo oscuro en su historia. Sujetos armados perpetraron un acto delictivo en la colonia Pánfilo Natera, concretamente entre las calles Granito y Cemento. En el suceso, privaron de la vida a dos adultos, dejando atrás a una menor, identificada como Ángela Chávez Realivazquez, quien desapareció sin dejar rastro.

Ante la ausencia de la niña, se desató una alarma entre sus familiares y las autoridades. La Fiscalía Especializada en Investigación de Violaciones de Derechos Humanos lanzó una recompensa de 200 mil pesos para quien proporcionara datos certeros sobre el paradero de Ángela. En paralelo, se activó el programa "Alerta Amber", una estrategia para la búsqueda inmediata de menores desaparecidos.

Dos días después, el 30 de agosto, surgió una luz de esperanza. Mientras patrullaban la colonia Santa María, las autoridades recibieron un reporte sobre una menor encontrada en el cruce de las calles Coronel Primitivo Uro y Felipe Ángeles. Rápidamente, los agentes se trasladaron al lugar, confirmando que se trataba de Ángela, sana y salva. La pequeña fue resguardada y atendida para verificar su estado de salud.

La comunidad de Chihuahua continúa en shock ante estos eventos, y aunque Ángela ha sido encontrada, aún persisten las interrogantes sobre las circunstancias del sangriento suceso y el destino de los responsables.