La Franja de Gaza atraviesa uno de los momentos más críticos desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023, el Ministerio de Sanidad confirmó que solo en agosto de 2025 murieron 185 personas por hambre, cifra que representa más de la mitad del total de muertes por desnutrición registradas en todo el conflicto, julio ya había marcado un quiebre con 97 fallecidos y agosto duplicó la tragedia, desde entonces la curva de víctimas sigue en aumento, en total se han reportado 348 muertes por hambre desde 2023 y el 36 % son niños, en lo que va de 2025 la cifra asciende a 295 fallecidos frente a solo 4 en 2023 y 49 en todo 2024, la ONU a través del Grupo de Clasificación de Seguridad Alimentaria declaró situación de hambruna en el norte de Gaza donde vive la mitad de la población, el repunte coincide con el bloqueo total impuesto por Israel entre marzo y mayo que cortó el ingreso de ayuda humanitaria, aunque luego se habilitaron pausas y se aumentó el flujo de camiones hasta 350 diarios, las organizaciones denuncian que son necesarios al menos 500 para cubrir lo básico, además el acceso al norte sigue restringido agravando la crisis en esa zona, este martes se confirmaron 13 nuevas muertes por desnutrición incluidos tres niños, los hospitales tampoco logran responder, 22 están fuera de servicio y 16 funcionan parcialmente con una ocupación de más del 200 %, la situación humanitaria es devastadora con más de dos millones de desplazados hacinados en menos del 25 % del territorio, viviendas, infraestructura y servicios básicos quedaron destruidos por los bombardeos, en este contexto la desnutrición severa se convirtió en una de las principales causas de muerte, mientras la comunidad internacional insiste en abrir corredores humanitarios permanentes para evitar un desastre aún mayor, la población gazatí vive entre el hambre, la enfermedad y la desesperanza esperando ayuda que no llega con la urgencia que se necesita.