Un hecho que parecía sacado de una película de acción ocurrió la tarde del 22 de agosto de 2024 en el sector de La Pulida, al noroccidente de Quito. Jandry Aldahir C., Cristopher Kevin G., Ariel Alexander R. y Elián Alfredo G. son los nombres de los cuatro individuos procesados por la Fiscalía tras ser acusados de secuestrar a un joven repartidor de comida de 22 años en plena vía pública.

Según la información proporcionada por la Fiscalía, el secuestro se produjo cuando la víctima, que se dedica a la repartición de alimentos, esperaba en un restaurante para recoger un pedido. Sin previo aviso, los cuatro sujetos lo habrían atacado, forzándolo a subir a un vehículo en contra de su voluntad. Afortunadamente, la suerte estuvo del lado del joven, pues en ese preciso momento, una patrulla de la Policía Preventiva pasaba por el lugar y notó la situación.

La intervención policial fue rápida y decisiva. Los agentes, al observar el forcejeo y la situación irregular, dieron vuelta al patrullero y comenzaron una persecución que incluyó una balacera. Desde el auto en el que se movilizaban los secuestradores, se realizaron disparos contra los policías, quienes repelieron el ataque. A pesar del peligro, la persecución continuó hasta que los sospechosos chocaron contra otro vehículo, lo que permitió a las autoridades detenerlos y liberar al joven secuestrado.

Durante la audiencia de calificación de flagrancia, la Fiscal a cargo presentó varios elementos de convicción que motivaron al Juez a ordenar la prisión preventiva para los cuatro imputados. Entre las pruebas presentadas se incluyen la versión de la víctima, el testimonio del agente aprehensor, y una pericia de audio y video que muestra cómo se desarrolló el secuestro. Además, se realizaron informes de reconocimiento del lugar de los hechos y de las evidencias encontradas.

La víctima, quien se mostró visiblemente afectada, relató cómo fue sorprendido mientras esperaba su pedido, sin imaginar que su vida estaría en peligro en cuestión de segundos. El rápido actuar de la Policía no solo evitó que el joven fuera llevado a un destino incierto, sino que también logró la captura de los presuntos secuestradores, quienes ahora enfrentan graves cargos ante la justicia.

Este caso pone en evidencia la importancia de la pronta reacción de las fuerzas del orden y deja en claro que la seguridad de los ciudadanos sigue siendo una prioridad. Los procesados se encuentran ahora a disposición de la justicia, y se espera que enfrenten todo el peso de la ley por los delitos cometidos.